Avances de la medicina sexual para la mujer

¿Sabes qué es la medicina sexual? ¿Tiene que ver con la sexología? Estos interrogantes y otros aspectos interesantes te van a interesar al leer este artículo.

La sexología integrada involucra los aspectos psico-sociales, culturales, éticos y, por supuesto, los físicos con el objetivo de resolver los problemas sexuales. La medicina sexual ha tenido avances en los últimos años y esto se ha reflejado en un mayor compromiso de los médicos y otros profesionales de la salud, para lograr que todos disfrutemos una sexualidad sana y placentera.

La expectativa de vida de las mujeres en el 2050 será mayor de 80 años y eso significa que cada vez se requiere más concientización de los médicos y sexólogos para prevenir y atender oportunamente los efectos de la edad en la salud sexual y el bienestar general femenino.

En cuanto a fármacos que resuelvan las disfunciones sexuales de las mujeres, la existencia de prejuicios sexistas en la industria farmacéutica (un debate que no termina) y la escasez de investigaciones para entender la fisiología sexual de la mujer han retrasado el avance que merece la mitad de la población mundial. El uso de hormonas está más que documentado en mujeres postmenopáusicas, pero a la fecha no existen estudios comprobados sobre la eficacia de la terapia hormonal en premenopáusicas.

Algunos fármacos utilizados para tratar las disfunciones sexuales femeninas han generado amplias discusiones como la flibanserina – un regulador de neurotransmisores que estimula el deseo en mujeres premenopáusicas- debido a las causas multifactoriales de la libido femenina. Los lubricantes e hidratantes vaginales, así como nuevos métodos anticonceptivos que no comprometen el deseo sexual, forman parte de las alternativas médicas para el confort sexual.

El avance de la edad y la menopausia traen consigo la involución progresiva de los tejidos de vulva y vagina como consecuencia de la pérdida de estrógenos. Este fenómeno causa acortamiento del conducto vaginal, disminución de la humedad y sensación de vagina amplia con displacer sexual. Es el síndrome genitourinario de la menopausia (SGM), anteriormente llamado atrofia vulvovaginal.

Los ejercicios de Kegel, los tratamientos hormonales y otras alternativas terapéuticas han sido moderadamente efectivas para el tratamiento del SGM. Nuevas terapias tecnológicas como el láser fraccionado, la radiofrecuencia transcutánea con temperatura controlada, y la neuromodulación con estimulación del nervio tibial posterior, forman parte del más moderno arsenal terapéutico. Por ser mínimamente invasivos e indoloros no requieren anestesia ni incapacidad.

El láser fraccionado CO2 y la radiofrecuencia con transmisión de calor han tenido gran acogida entre mujeres de 30 a 70 años por los excelentes resultados funcionales y estéticos. Son procedimientos que no requieren anestesia, no requieren entrar al quirófano y generan poco o nada de incapacidad. Quejas frecuentes de las mujeres que antes se subestimaban, han cobrado importancia en la consulta médica desde que se reconoce que afectan la funcionalidad y su salud sexual. La sequedad vaginal, la hiperplasia de labios vaginales, la sensación de vagina amplia, la dispareunia y la incómoda incontinencia urinaria, se pueden resolver con estas avanzadas tecnologías.

Por su parte, la electroestimulación transcutánea del nervio tibial posterior ofrece sorprendentes resultados en la disfunción del piso pélvico, causada por los embarazos, el sobrepeso, la menopausia y el envejecimiento. Esta terapia avanzada junto a un enfoque integral es una de las opciones terapéuticas más prometedoras para las patologías que resultan del debilitamiento del piso pélvico como son la incontinencia urinaria y fecal, la laxitud vaginal y la anorgasmia.

Algunas intervenciones quirúrgicas ofrecen ayudas para mejorar la autoimagen corporal y el bienestar sexual de la mujer. Procedimientos estéticos como labioplastia, himenoplastia, plastia del capuchón del clítoris y ampliación del punto G se realizan actualmente, algunos con buenos resultados y otros con dudoso éxito.

Se requieren más estudios que facilitarán el advenimiento de nuevas herramientas terapéuticas para mejorar la calidad de vida y la salud sexual de hombres y mujeres. Si crees que necesitas apoyarte en la nueva medicina sexual, consulta a tu médico sexólogo.

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