El amor y el erotismo no tienen fecha de vencimiento

Tomada de Pixabay

Sin temor a equivocarme, creo que todos en algún momento nos hemos burlado de los amores de las personas mayores. O quizás, sin darnos cuenta, hemos criticado al anciano que se­ duce a alguna mujer y le tachamos de «viejo verde». Estos prejuicios provienen del desconocimiento de la sexualidad en la tercera edad que nos hace suponer que estas personas no tienen deseos, necesidades ni sentimientos, y esto es total­ mente falso. La sexualidad nace y muere con nosotros y los ancianos nunca dejan de ser sexuados.

Voy a revisar cinco mitos sexuales sobre la tercera edad que muchas personas se los creen:

LA POTENCIA SEXUAL DESAPARECE CON LA EDAD.

Seguro este mito es uno de los más difundidos. Si bien la erec­ción del hombre se hace menos automática a medida que se va haciendo mayor, no hay razón para que un anciano viva resignado a tener disfunción eréctil. Hoy en día existen profe­sionales especializados que prescribimos medicamentos y otras terapias para solucionar este tipo de problemas.

LAS MUJERES MAYORES QUE BUSCAN PAREJA SON UNAS «BUSCONAS». 

Los prejuicios y mitos acerca de la sexualidad de los ancianos son más fuertes cuando hablamos de las mujeres. Tristemente, las ancianas son más discriminadas que los hombres cuando se trata de temas del amor. Al igual que los hombres, en ellas jamás desaparece la posibilidad de enamorarse o de desear sexualmente a otra persona.

ES IMPOSIBLE QUE UNA PAREJA MAYOR TENGAN RELACIONES SEXUALES.

Quizás tú lo hayas escuchado o afirmado en alguna ocasión, ¿cierto? La buena noticia es que una pareja mayor puede te­ner una intimidad sexual satisfactoria. Claro que en ellos, la respuesta sexual va a ser mucho más lenta y escasa que en los años mozos, y quizás sus encuentros sexuales se concentran menos en la genitalidad y más en caricias, masturbación mu­tua, masajes y otros estímulos que pueden ser más eróticos que el coito.

SI UN ANCIANO O ANCIANA SALEN CON UNA PAREJA MUCHO MENOR, LO MÁS SEGURO ES QUE VAYAN A APROVECHARSE DE ELLOS.

Los familiares son los primeros que se oponen al enamora­miento de los mayores. Esta situación es muy común porque los miedos, a veces infundados, de que acaben robándoles su ca­sa o su pensión, prevalecen sobre los derechos y la libertad de los ancianos. La soledad en la tercera edad suele mitigarse cuando los familiares están pendientes de sus necesidades, pero el enamoramiento, la atracción física y los amigos, les inyecta alegría, esperanza y autoestima.

LA MENOPAUSIA NO INDICA EL FINAL DE LA SEXUALIDAD DE LA MUJER.

Cuando la mujer llega a la menopausia, aproximadamente entre los 45-55 años, desaparece totalmente la menstruación por disminución de los estrógenos, principalmente. Surgen cambios físicos y psicológicos que afectan su sexualidad, pero no eliminan la posibilidades de placer y eroticidad en la mujer. De hecho, muchas de ellas pueden disfrutar más sus relaciones sexuales porque ya no tienen el temor de quedar embarazadas.

Envejecer no quiere decir que tu sexualidad ha muerto. Ama y quiérete, goza, ríe, canta o baila. En fin, siéntete con derecho a enamorarte, sal con una pareja si te provoca y vive una sana sexualidad.

 

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