Hablar de sexo con mis papás: ¡qué incomodidad!

¿Cierto que es difícil hablar de sexo entre los jóvenes y los mayores? En verdad, para la gran mayoría de adolescentes y jóvenes, es muy difícil e incómodo charlar esos temas íntimos que tienen que ver con su sexualidad. Revisa estos consejitos que te ayudarán a mejorar la comunicación sexual con los adultos de tu familia.

Así como los adultos prefieren callarse ante los hijos en los temas sexuales, los hijos también se avergüenzan o incomodan cuando quieren o se ven obligados a hablar de sexo con “los viejos”, — -léase con los adultos-. Sin embargo, la sexualidad debe ser un tema abierto y espontáneo en cualquier familia moderna, por lo que los jóvenes deben aprender el lenguaje sexual en casa.
¿Cómo hablo del tema con mis papás o mis abuelos?
• Lo primero que debes hacer es educarte en sexualidad si tus padres no lo han hecho. Los jóvenes actuales manejan perfectamente el internet y las redes sociales; si les sacas provecho podrás obtener toda la información positiva que requieras acerca del sexo buscando en las páginas de sicología o sexología. Así como duras horas y horas frente al computador, busca resolver tus dudas sexuales en la red durante unos cuantos minutos diarios.

• Cuando se presente un motivo de conversación en la familia acerca del sexo, no pongas cara de que no sabes nada; seguramente a tus papás les da pena conversar sobre el tema. Habla espontáneamente sobre lo que conoces del asunto tratando de ajustar tu lenguaje a la edad y educación de los adultos presentes. No vas a hablar de sexo con tus abuelitos de la misma manera que lo harías con unos papás jóvenes.

• Reconoce que tus vivencias sexuales, sean pocas o muchas, no van a ser de obligatoria aceptación en tus padres. Es posible que hayas iniciado tu vida sexual y que tus papás no lo acepten; si ya eres mayor de edad y “tus cuchos” se oponen a ello, tienes la opción de seguir tu vida sexual a pesar de los regaños y peleas de los adultos, o bien, independizarte y empezar a asumir las responsabilidades propias del joven que se va de su casa paterna.

• Todos tenemos el derecho a preservar nuestra intimidad. Por ningún motivo, un joven está obligado a contar si tiene o no relaciones sexuales, si toma anticonceptivos o si tiene un noviazgo. Lastimosamente en muchas familias las jovencitas son maltratadas por sus papás cuando sospechan o descubren que tienen una pareja. Si deseas hablar del tema con los adultos, trata de hacerlo con asertividad en un ambiente propicio de diálogo y respeto. Si crees que no puedes hacerlo sola, busca el apoyo de un familiar o amigo cercano de tus papás.

• Busca construir puentes de comunicación con los adultos. La sexualidad en la juventud es más enriquecedora cuando existe confianza con los papás para resolver dudas o pedir consejos; no siempre los amigos de tu edad van a ser los mejores consejeros. Si tus padres son renuentes a hablar contigo de sexo busca aliados en tu tío, tu madrina o un consejero.

• La sexualidad en la juventud debe asumirse con todas las consecuencias que pueda traer. Así que debes prepararte con responsabilidad para una vida sexual activa; busca asesoría médica en planificación familiar y prevención de infecciones. Igualmente, la madurez que vayas adquiriendo te mostrará que el abuso de alcohol y otras sustancias causa problemas que pueden dañar tu vida y la de los demás. ¡La juventud no es sinónimo de vida loca!

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