¿Aumenta la actividad sexual en las fiestas empresariales?

¿Sabías que en las fiestas que ofrecen las compañías a sus empleados en navidad y fin de año hay más sexo que en otras épocas o momentos del año?

Llegaron las fiestas decembrinas organizadas en las empresas para celebrar el final de una época en la que se compartieron casi 365 días de compartir jornadas de trabajo con los compañeros y jefes, pero también las horas de almuerzo y hasta las alegrías y problemas personales.

Cada día se va consolidando esta hermosa costumbre a nivel mundial y me parece una linda tradición en la que, de alguna manera, se premia el desempeño laboral de todos los involucrados. Pero hay un detalle que no pasa inadvertido para los asistentes que es el “desmadre” de muchos que aprovechan el jolgorio para pedirle al jefe un aumento de sueldo, o aquel que le reclama al compañero de escritorio un incidente pasado, o el flirteo del chico de informática con la recepcionista.

Un estudio hecho por una comercializadora de lencería erótica encontró que un 39% de personas tenían encuentros sexuales en las fiestas de la empresa. No sé si creerlo pero algunas encuestas aseguran que el personal de informática, los abogados y los de recursos humanos son los más calentones en este asunto. Y que los sitios donde más se escabullen los compañeros de trabajo para aprovechar al máximo la festividad de fin de año son los parqueaderos, las oficinas, los baños y los depósitos de almacenaje de elementos de aseo. Bastante gracioso resulta esto pero algo de verdad hay en el fondo de estos estudios.

¿Por qué la gente se desinhibe más en la fiesta que ofrece su empleador?

Encuentro tres razones importantes para que el más tímido termine bailando sobre una mesa, o el jefe gruñón se afloje la corbata y hasta otras prendas:

1. La música que no puede faltar en una buena velada empresarial produce liberación de dopamina por parte del cerebro. Este neurotransmisor origina placer lo que nos impulsa a cantar y a bailar.
2. El licor en dosis pequeñas es un buen socializador y, aunque no es el mejor aliado para cerrar negocios, sí lo puede ser para hacer amigos y fortalecer la afinidad por ese compañero de trabajo que te atrae desde hace tiempo.
3. Y por último, el sentir que la fiesta es un momento de relax en el que se abandona el uniforme y el reglamento laboral impulsa a desbaratarnos literalmente en el lenguaje y la conducta.

Este cóctel es el que explica por qué muchos actúan desenfrenadamente y luego sufren de guayabo etílico y moral, sobre todo si son casados o se avergüenzan porque aparecen en las fotos o videos que los amigos subieron a las redes sociales.

¿Se puede evitar todo esto?

Claro que sí y es desde antes que todos tenemos que guardar ciertas reservas con los deseos que afloran en estas fiestas de fin de año. Un beso furtivo, una manito sobre la pierna del otro, o un sexo rapidito encima de la fotocopiadora de la oficina, seguramente son situaciones excitantes pero que pueden salirse de tono si no lo sabemos manejar con prudencia.

Así que ya sabes, si  la jefe de recursos humanos te invita a ir al almacén a buscar el papel higiénico que se acabó, piénsalo más de una vez si no quieres estar en boca de los chismosos después que se acabe la fiesta.