¿Has oído hablar del encoñamiento? Si no la conoces, significa estar encaprichado o atraído sexualmente por alguien, casi que obsesivamente. ¿Alguna vez has sentido que esa persona que tanto te atraía, no te atrapó en la cama? Me contaba un paciente que “no sentí el clip que me entusiasmara en la primera vez que estuvimos”. Y agregó: “era bonita, atractiva y hasta buen polvo, pero no me emocionó para nada”.
La compatibilidad sexual – conocida en algunas regiones como encoñamiento- se refiere a la capacidad de involucrarse emocionalmente con el otro y lograr construir una intimidad en la que ambos se sientan satisfechos sexualmente hablando. Algunos, con sólo una mirada o un roce y apenas conociéndose, sienten esa química sexual con la otra persona, mientras que a otros les sucede gradualmente y con el tiempo cuando el conocimiento de los cuerpos y gustos de la pareja los va compenetrando.
La afinidad sexual funciona de manera similar a los otros componentes de la vida de pareja. Si tienen intereses, creencias y gustos similares, hay un mejor pronóstico de duración y armonía.
La química sexual tiene bases hormonales y emocionales y, a veces, es difícil entender el por qué nos sentimos conectados con una persona, pero no con otra. Las feromonas juegan un papel importante y explican el deseo de estar con ese otro y gozar sus besos, sus gestos y hasta su olor.
Es importante resaltar que no siempre la compatibilidad sexual va de la mano con el amor. Incluso, puede ocurrir que esa persona que sientes que te mueve el piso no te convenga como pareja.
¿Cómo sabemos si somos compatibles en la cama con la pareja?
- Deseas estar todo el tiempo a su lado y aún después de estar encamados, se quedan conversando o arrunchándose. La comunicación íntima es fluida y pueden hablar de lo que sea sin miedo a ser criticado o rechazado.
- Su cuerpo, su ropa y hasta sus defectos te parecen atractivos y, a veces, hasta te olvidas de ello. Te concentras más en su erotismo y en el placer que te genera darle o recibir placer.
- El roce de su piel te dispara el deseo sexual así como sus besos, su aliento y hasta su manera de caminar. Mejor dicho, una locura total que, con el tiempo se va disipándose pero que no desaparece.
- En tus fantasías sexuales el protagonista es tu pareja, no importa que aparezcan en tu imaginación otras personas. Y algo importante es que esas fantasías te excitan y estimulan a buscarla.
- Ambos tienden a experimentar nuevas cosas en su vida sexual sin tabúes ni vergüenza y la novedad en la cama forma parte de sus repertorios. Se sienten cómodos hablando de sexo y tienden a crecer juntos como pareja, no importa la edad ni lo largo de la relación.
Después de leer esto, ¿crees que eres compatible sexualmente con tu pareja? Dice una canción popular que es muy sabroso sentirse encoñado; ¿lo has experimentado? Cuéntame y escríbeme sobre tu vivencia.
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