Te amenaza con dejarte porque eres “un apagado(a)” en la cama

Esta es una queja que escucho mucho en mi consulta, especialmente en las mujeres, aunque a ellos también pueden amenazarlos sus parejas con la misma acusación.

Primero veamos qué es ser “un apagado» en la cama. Es un término castizo pero bastante significativo. ¿Cómo te sentirías si tu parnert te lo dice? La verdad  es que esta afirmación es fuerte pero tiene un trasfondo que merece revisar.

En mi libro Revolcando mi Cama https://nelasexologa.co/libro-revolcando-mi-cama/ ) hablo del apagón sexual y cualquiera puede verse afectado. Se pierde el deseo y aparecen los pretextos para intimar con la pareja. El estrés, el cansancio, la monotonía, las obligaciones diarias y los problemas conyugales, entre otras cosas, apagan el interés de tener unas revolcaditas.

Cuando el apagón se prolonga en el tiempo se convierte en una fuente de graves problemas. Tú tratas de evadir el momento mientras que tu pareja te suplica, te insiste y hasta se disgusta por el rechazo. La frialdad se apodera de la relación y va desapareciendo la complicidad que los unía antes.

¿Cómo sé si soy un apagado sexual?

En mi experiencia clínica, estas son las principales señales de que la llamita de la pasión se está extinguiendo. Si las detectamos a tiempo, podremos buscar la solución y evitar, incluso, la ruptura con la pareja.

  1. Te provoca solo abrazar tu almohada y te fastidian los acercamientos, el roce, las caricias y los besos. El fastidio puede apoderarse de ti y quizás reaccionas con rabia cuando sientes su cercanía.
  2. Las relaciones sexuales se han espaciado y nunca tomas la iniciativa. De hecho, es posible que no te haga falta el sexo y te sientes aliviada(o) con algunas situaciones anti-eróticas y propicias para evitar la intimidad. Por ej: los niños duermen en tu cama, la ausencia del otro por trabajo, o tu suegra u otro pariente están de visita en tu casa.
  3. Llegas tarde a casa con la esperanza de que el otro se haya dormido. Tratas de hacer todo en silencio para que no haya riesgo de que se despierte y comience el juego perverso del gato y el ratón.
  4. Te niegas a complacerle en sus peticiones. No te entusiasma la idea de una cena romántica, ponerte ropa interior sexi, escaparse juntos a un plan erótico o sorprenderle con un beso apasionado. El apagón no te deja soltarte y cada vez te sientes más frío.
  5. Tu libreto sexual es rutinario y aburrido. Siempre haces lo mismo y no te interesa variar posiciones, estímulos o juegos. Probablemente, usas la misma piyama o interiores de hace siglos. En fin, lo antisexo se ha convertido en tu filosofía de vida.

Si te sientes identificada(o) con estas señales de alarma, pellízcate y estudia las causas del apagón sexual. Habla con tu pareja, reconoce tus fallas y juntos busquen alternativas para encender tu erotismo. Si es necesario, busca una consulta especializada.

La sexualidad plena en la relación de pareja es un trabajo de a dos. Cada uno debe contribuir al enriquecimiento del erotismo dando lo mejor de sí y proponiendo rutas diversas para que la convivencia no apague el entusiasmo ni la pasión.

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