Las preguntas más frecuentes en mi consulta de sexología

¿Alguna vez te has preguntado qué se hace en una consulta de sexología? ¿Tal vez te inquieta algo sobre tu sexualidad pero no te atreves a hablarlo con nadie?

De las consultas que ofrezco en Bogotá y en Valledupar, recuerdo algunas anécdotas curiosas como la de los hombres que me llaman telefónicamente a preguntarme si deben llevar una toalla al consultorio, imaginándose que van a recibir masajes eróticos tal como lo publican en los clasificados de la prensa. Otras personas no saben si ir solos o con su pareja y si esta última va a enterarse de secretos acerca de su vida sexual. Y hay otros más que realmente desconocen a quién acudir cuando tienen problemas sexuales, añadido a la vergüenza de hablar de su intimidad con un profesional desconocido.

¿Cuáles son las principales quejas de ellas?

Siento dolor en las relaciones sexuales Desde hace muchísimo tiempo nos vendieron la falsa creencia de que la primera vez de las mujeres es dolorosa y, a pesar de que los sexólogos insistimos una y otra vez que esto es falso, las mujeres esperan resignadas a que les duela. Además, miles de mujeres soportan una vida sexual de sufrimiento porque el dolor durante o después de la penetración es insoportable. Las relaciones sexuales no tienen por qué doler, así que si se vuelve reiterativo debes consultarlo. No puedo tener orgasmos La anorgasmia es una de las consultas más frecuentes que tenemos los sexólogos. Las causas pueden ser físicas aunque la mayoría de las veces esta disfunción sexual es de tipo psicológico, debido a temores, creencias culposas o desconocimiento del cuerpo femenino. Muchas mujeres no saben si tienen o no un orgasmo y viven confundidas porque no saben si lo lograron o si es solo un alto grado de excitación. Ambas situaciones deben ser manejadas porque generan frustración y baja autoestima, afectando además al deseo y la excitación. He perdido el deseo sexual La falta de deseo sexual sigue liderando el motivo de consulta de las mujeres. Ya sea por razones biológicas, por estrés, cansancio, depresión o conflictos con la pareja, esta disfunción sexual es motivo de preocupación tanto en ella como en sus parejas, quienes escuchan decenas de excusas para ir a la cama. La ausencia de fantasías y el escaso interés en el sexo puede deteriorar la relación de pareja e incluso causar ansiedad en quien lo sufre. No me excito suficiente En mi experiencia, las mujeres pueden ubicarse en algún punto de una línea imaginaria que va desde la ausencia total de placer hasta la demora para excitarse cuando reciben un estímulo erótico. Estas pacientes pueden tener alteraciones hormonales o metabólicas, pero muchas otras se sienten inhibidas de excitarse adecuadamente por creencias irracionales acerca del sexo que se manejan en la consulta sexológica.

¿Cuáles son las quejas de ellos?

Mi eyaculación es muy rápida La queja masculina más común es que no pueden aguantar el tiempo que desean para eyacular. Son los eyaculadores precoces que requieren un manejo especializado para que “aprendan” a controlar la latencia eyaculatoria. Sin embargo y cada vez más, me consultan hombres que en realidad no sufren de eyaculación precoz, sino que tienen una falsa idea del tiempo para “venirse”, fomentada en muchos casos por la pornografía a la que se ven abocados los jóvenes. La educación y consejería sexual que acompañan a la consulta, ayudan a desmitificar creencias absurdas sobre la sexualidad. Mis erecciones son débiles o no se dan La disfunción eréctil es la causa más común de consulta en los hombres mayores de cincuenta años, aunque los menores no están exentos de padecerla; estos últimos se sienten presionados por una sociedad que homologa a la masculinidad con la erección del pene, causando inseguridades y auto- exigencias que terminan bloqueando mentalmente a sus propietarios. La terapia sexual integral tiene en cuenta todos los elementos emocionales y de pareja que dificultan una buena respuesta sexual. Otras quejas no menos importantes Mi pareja no quiere probar nada nuevo, me saca excusas por todo, le parece asqueroso lo que le propongo, quiere meter a los niños o a la mascota en la cama, y un largo rosario de quejas masculinas que, por supuesto, debo atender en la consulta con la pareja para tratar de resolver diferencias eróticas que pueden dar al traste con la relación de pareja. Ir al sexólogo no debe ser motivo de vergüenza siempre y cuando aprendamos a ver a la sexualidad como algo natural. Deberíamos preocuparnos más por nuestro placer y darle el mismo trato que a otros aspectos de nuestra vida personal y de pareja.

¿Alguna vez te has preguntado qué se hace en una consulta de sexología? ¿Tal vez te inquieta algo sobre tu sexualidad pero no te atreves a hablarlo con nadie?

De las consultas que ofrezco en Bogotá y en Valledupar, recuerdo algunas anécdotas curiosas como la de los hombres que me llaman telefónicamente a preguntarme si deben llevar una toalla al consultorio, imaginándose que van a recibir masajes eróticos tal como lo publican en los clasificados de la prensa. Otras personas no saben si ir solos o con su pareja y si esta última va a enterarse de secretos acerca de su vida sexual. Y hay otros más que realmente desconocen a quién acudir cuando tienen problemas sexuales, añadido a la vergüenza de hablar de su intimidad con un profesional desconocido. ¿Cuáles son las principales quejas de ellas? Siento dolor en las relaciones sexuales Desde hace muchísimo tiempo nos vendieron la falsa creencia de que la primera vez de las mujeres es dolorosa y, a pesar de que los sexólogos insistimos una y otra vez que esto es falso, las mujeres esperan resignadas a que les duela. Además, miles de mujeres soportan una vida sexual de sufrimiento porque el dolor durante o después de la penetración es insoportable. Las relaciones sexuales no tienen por qué doler, así que si se vuelve reiterativo debes consultarlo. No puedo tener orgasmos La anorgasmia es una de las consultas más frecuentes que tenemos los sexólogos. Las causas pueden ser físicas aunque la mayoría de las veces esta disfunción sexual es de tipo psicológico, debido a temores, creencias culposas o desconocimiento del cuerpo femenino. Muchas mujeres no saben si tienen o no un orgasmo y viven confundidas porque no saben si lo lograron o si es solo un alto grado de excitación. Ambas situaciones deben ser manejadas porque generan frustración y baja autoestima, afectando además al deseo y la excitación. He perdido el deseo sexual La falta de deseo sexual sigue liderando el motivo de consulta de las mujeres. Ya sea por razones biológicas, por estrés, cansancio, depresión o conflictos con la pareja, esta disfunción sexual es motivo de preocupación tanto en ella como en sus parejas, quienes escuchan decenas de excusas para ir a la cama. La ausencia de fantasías y el escaso interés en el sexo puede deteriorar la relación de pareja e incluso causar ansiedad en quien lo sufre. No me excito suficiente En mi experiencia, las mujeres pueden ubicarse en algún punto de una línea imaginaria que va desde la ausencia total de placer hasta la demora para excitarse cuando reciben un estímulo erótico. Estas pacientes pueden tener alteraciones hormonales o metabólicas, pero muchas otras se sienten inhibidas de excitarse adecuadamente por creencias irracionales acerca del sexo que se manejan en la consulta sexológica.

¿Cuáles son las quejas de ellos? Mi eyaculación es muy rápida La queja masculina más común es que no pueden aguantar el tiempo que desean para eyacular. Son los eyaculadores precoces que requieren un manejo especializado para que “aprendan” a controlar la latencia eyaculatoria. Sin embargo y cada vez más, me consultan hombres que en realidad no sufren de eyaculación precoz, sino que tienen una falsa idea del tiempo para “venirse”, fomentada en muchos casos por la pornografía a la que se ven abocados los jóvenes. La educación y consejería sexual que acompañan a la consulta, ayudan a desmitificar creencias absurdas sobre la sexualidad. Mis erecciones son débiles o no se dan La disfunción eréctil es la causa más común de consulta en los hombres mayores de cincuenta años, aunque los menores no están exentos de padecerla; estos últimos se sienten presionados por una sociedad que homologa a la masculinidad con la erección del pene, causando inseguridades y auto- exigencias que terminan bloqueando mentalmente a sus propietarios. La terapia sexual integral tiene en cuenta todos los elementos emocionales y de pareja que dificultan una buena respuesta sexual. Otras quejas no menos importantes Mi pareja no quiere probar nada nuevo, me saca excusas por todo, le parece asqueroso lo que le propongo, quiere meter a los niños o a la mascota en la cama, y un largo rosario de quejas masculinas que, por supuesto, debo atender en la consulta con la pareja para tratar de resolver diferencias eróticas que pueden dar al traste con la relación de pareja. Ir al sexólogo no debe ser motivo de vergüenza siempre y cuando aprendamos a ver a la sexualidad como algo natural. Deberíamos preocuparnos más por nuestro placer y darle el mismo trato que a otros aspectos de nuestra vida personal y de pareja.

whatsapp