1.La rutina, el cansancio y las múltiples ocupaciones modernas de una pareja, les hacen olvidar que el sexo debe ser re-creativo y versátil. Es decir, si te aprendes el mismo libreto en la cama durante años, el aburrimiento va a llegar a tu vida sexual y ambos, sin darse cuenta, pueden quedar más fríos que dos pinguinos. Un videíto porno de vez en cuando puede estimular un deseo bajo o mostrarles que hay muchas más posiciones y técnicas sexuales que las mismas de siempre.
2.En la terapia sexual que diseño para las mujeres anorgásmicas o que no pueden excitarse, los videos pornos o eróticos les ayudan a fantasear para iniciar la estimulación de las zonas genitales que están apagadas o escondidas en estas pacientes. En un ambiente tranquilo, con velas y música relajante, muchas mujeres logran re-encontrarse con su erotismo y salir de la frustración sexual.
3.El posporno es una modalidad de porno disidente; es decir, se sale de los esquemas convencionales del hombre «dándole duro y parejo» a la mujer, y muestra amplias posibilidades eróticas que excitan a las mujeres, a los homosexuales, a los discapacitados, en fin, a lo que tradicionalmente la pornografía ha excluído. Aconsejo a mis pacientes que les desagrada lo explícito y machista del porno, que vean videos posporno que tienen una especie de guion sexual excitante pero más agradable para muchos espectadores.
4.Las parejas que acostumbran ver porno junticos sienten que les aumenta el grado de confianza, complicidad y deseo. Igualmente, cuando están separados por la distancia, pueden conectarse por internet y observar juntos un video porno que los ayuda a construir un placer sexual mutuo y los aleja de las tentaciones sexuales con otras personas.
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